Nostalgia


Me ha dado hoy por mirar atrás, ¿sabes? He encontrado un millón de cosas. Creo que más. Creo que he visto a quién era hace, ¿cuánto? ¿diez años? Puede que incluso más. Es bonito tener tantos recuerdos. Es bonito mirar atrás y darte cuenta de cuánto te quisieron, de cuánto amaste a alguien, de cuánto te reíste aquella noche, de que no dormiste durante casi cuarenta y ocho horas por estar de fiesta. Es bonito mirar atrás y ver las fotos de los sitios en los que has estado y la gente con la que los has compartido. Las tartas de cumpleaños, los días de playa, las cenas de Navidad. La nostalgia no siempre tiene por qué ser dolorosa. La nostalgia a veces me llena de ternura y me recuerda que, en cierto modo, he cambiado pero tampoco tanto. Que me siguen gustando un montón de las mismas cosas y que he aprendido mucho. Que he vivido. Sobretodo esto: que he vivido y que quiero seguir haciéndolo. Que me gusta lo que he hecho hasta ahora y que me acuerdo casi siempre de lo bueno. Es curioso que ya hayan sanado ciertas heridas y que el miedo me haya empujado a hacer cosas que creía impensables. Al final resulta que la vida solo tiene una única dirección: hacia delante. Habrá que seguirla para que dentro de, no sé, unos cuantos años, vuelva a mirar para atrás sobre todos los recuerdos que estoy haciendo ahora y se me pinte de nuevo esta alegría en la sonrisa.




Comentarios

Entradas populares