Que no te conviertan en alguien que no eres

Me hice una promesa. Me prometí que todas las malas experiencias de mi vida (las que pasé, las que estoy pasando y las que pasaré) no me convertirán en alguien mezquino y miserable que no soy. No importa lo que ocurra, me niego a perder mi bondad y me niego a dejar de creer en las personas o ayudar a quien pueda solamente porque otros me hayan fallado antes. No quiero convertirme en una persona encerrada en su coraza y temerosa de mostrarse tal y como es.

Muchas veces siento la necesidad de pedir perdón por no ser lo suficientemente mala persona a medida que van pasando los años y las decepciones, pero no es mi estilo.

Eso no significa que yo sea un alma pura que siempre perdona todo a los demás y les recibe con un abrazo y una sonrisa mientras siguen atacando y haciendo daño. Por supuesto que no. Estoy aprendiendo a poner límites y a cuidar de mí misma. No es un camino fácil, lo sé, pero es necesario si quiero estar bien y ser feliz. Así que voy a intentarlo.