De donde no te quieran, vete
De donde no te quieran, vete.
No le debes nada a nadie. No tienes que suplicarle a nadie. No tienes que aceptar que nadie te rebaje o te haga de menos simplemente porque sí. No mereces ser menospreciada/o por los demás, sean quienes sean: familia, amigos, profesores, jefes, parejas, compañeros de trabajo, compañeros de clase... No tienes que aceptar las malas palabras, ni los reproches que no tienen nada que ver contigo y que al final no son sino el reflejo de sus propias inseguridades. Rompe con eso, porque no lo necesitas en tu vida para nada.
Tienes que estar en los sitios en los que te sientas bien y en compañía de gente que sepa valorarte, que te motiven a conseguir tus objetivos y que te acepten y te quieran (y te ayuden a quererte) tal como eres. Toda esa mala energía al final se contagia y nunca lleva a nada bueno. Lo peor es que incluso llegas a creerte todas sus malas palabras que, déjame que te diga, no son verdad. No son reales.
Tú vales mucho más que esas otras personas intentando infravalorarte sólo porque tienen un mal día o porque tienen miedo de mostrarse tal y como son y perderte. No lo pienses más, no eres esclava/o de nadie para aguantar esas situaciones toda la vida. Hay cosas que sencillamente hay que hacerlas y espacios de los que hay que salir para poder crecer.
Te lo repito: de donde no te quieran, vete. Hay miles de lugares en los que te están esperando para ser feliz.
Comentarios
Publicar un comentario