Ojalá nunca me elijan (Cortázar)
“Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio".
- Cortázar. Libro: Rayuela.
Ojalá nunca me elijan.
Ojalá no sea yo nunca una de esas que describe Cortázar; que las eligen (como si en el amor se pudiera elegir, bien dijo él) de entre un montón para casarse con ellas, para darles el honor de ser las madres de sus hijos.
Pues ojalá a mí no me elijan. Nunca. Jamás. Y menos para eso. Porque no concibo derrota más grande que ésa en esta vida: un amor que no es amor, que es un algo pactado, que fingir que es amor y no tener ni puta idea.
Yo quiero que se choquen contra mí y que sea tan inevitable que haya que cagarse en dios por ponernos en una situación así: en medio de dos volcanes a punto de explotar y no querer huir. Quiero que arrase por completo, que se lleve lo que se tenga que llevar y que ojalá sea a mí con él. Que me haga arder y devore con sus llamas todas mis ideas preconcebidas; que me haga dudar y creer sobre cosas que antes desconocía. Que la saliva de nuestros besos provoque tsunamis y haya que desalojar corazones. Quiero que esa persona sienta el mismo colapso en sus venas que provoca un terremoto en Japón. Que de repente me (nos) falte la respiración y ése sea el último segundo de pensamiento racional antes de darnos cuenta de que estamos jodidos. Y enamorados.
Y bien jodidos, sí, que es como hay que estar cuando uno está enamorado.
Porque si no es así no lo quiero.
Comentarios
Publicar un comentario